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Aula de estudio: Curso Superior de Control de Costes y Análisis Económico

Módulo 3: EL DIRECT COSTING
U.D. 9: El Direct Costing
Sección: 1

INTRODUCCIÓN

En esta unidad didáctica vamos a contemplar el tratamiento de los costes desde un punto de vista totalmente distinto del utilizado hasta el momento. El método que estudiaremos se denomina direct costing. Su traducción literal sería costes directos, pero no tiene nada que ver con estos, pues son los costes fijos y variables los que fomentan la base de este método.

Recordemos que la terminología de costes directos e indirectos era la base del full costing o costes completos, y que éstos se afectaban e imputaban respectivamente a los productos en función de las unidades de obra, caso de seguir el método francés, o bien se imputaban conjuntamente a los productos, caso de seguir el método anglosajón.

En cualquier caso, el método del full costing no resulta suficientemente eficaz cuando la dirección de la empresa pretende tomar decisiones sobre la conveniencia de dejar de fabricar un producto, determinar los rendimientos de éstos, abordar nuevos, aceptar pedidos especiales o fijar precios.

En el full costing, cuando imputamos los costes indirectos de fabricación a los productos según las unidades de obra definidas para la sección en cuestión, es muy difícil acertar con precisión en la imputación de éstos a los productos. Esto se debe a la gran variedad de costes que componen los indirectos de fabricación. En función de las unidades de obra (para un producto puede corresponderle poca cantidad, y tendrá poca imputación de costes indirectos), puede resultar errónea la imputación de costes indirectos de fabricación a los productos.

Todo esto puede entenderse con un sencillo ejemplo: imaginemos que tomamos como unidad de obra las horas de mano de obra directa y que tenemos un producto donde esta unidad de obra es relativamente baja, pero que su proceso precisa de una alta tecnología, por lo que los costes indirectos de fabricación serán elevados (en lo que se refieren a amortizaciones del equipo, suministros, materiales diversos, etc). Al imputar los costes indirectos de fabricación de la sección al producto en cuestión, éstos serán pequeños, pues se imputarán en función de las horas de mano de obra directa consumidas por este producto, y éstas son pocas. Por consiguiente, se estará cometiendo un error en la imputación, y parte de los costes indirectos de fabricación que corresponderían a este producto se están imputando al resto de los productos. Éstos, por precisar más mano de obra directa, pero menos grado de tecnología, se están cargando con una serie de costes que no les corresponden. Con lo cual, falsearemos el coste de estos productos con sus nefastas consecuencias en la fijación de precios, análisis del rendimiento de los productos, etc., De ahí nuestra insistencia en la homogeneidad de las secciones y de las unidades de obra elegidas.

Para paliar estas dificultades nació la técnica del direct costing. En ésta se toman los costes desde el punto de vista de su variabilidad con el volumen de producción, resultando así los costes variables que se imputarán a los productos en función de alguna unidad de obra que mida su consumo. El resto de costes de fabricación, que no varíen con el volumen de producción, serán los costes fijos, que no se asignarán a los productos. Existe una variante de esta técnica, que asigna los costes fijos a los productos cuando ello sea posible y deja al resto de estos sin asignar. El autor aconseja utilizar esta variante, pues opina que deja el coste del producto a un valor más real.

El direct costing con la utilización de los costes fijos y variables propicia toda una teoría de análisis de la determinación del volumen de ventas necesario para obtener beneficio cero, de poder obtener el volumen de ventas que consiga un determinado beneficio, de obtener apalancamiento operativo, etc. Esta teoría determina la relación coste-volumen-beneficio, y será desarrollada en este tema, tanto a nivel analítico como interpretación gráfica.

 

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