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La producción múltiple aparece cuando la empresa fabrica más de un
producto.
Existen dos modalidades en la producción múltiple, la producción
común y la producción conjunta. La primera de ellas se da cuando la empresa
fabrica voluntariamente sus productos, y la segunda cuando
los productos son fruto de un mismo proceso, de forma que la supresión
de uno de ellos implica la supresión del resto, o bien cuando un
aumento de la producción de uno de ellos implica un aumento en la producción
del resto.
La dificultad de la producción múltiple radica en la asignación de los costes
conjuntos a los productos principales o coproductos. Para ello, se emplean
una serie de métodos, de entre los cuales el más utilizado es el método
del valor neto de realización.
Otra dificultad de la producción múltiple reside en el hecho de que la empresa
obtenga subproductos, en cuyo caso debe realizarse la asignación de costes
a los mismos. Para ello, se emplean métodos que no asignan costes conjuntos a los subproductos. Su
diferencia radica en que uno asigna los costes autónomos y comerciales
de los subproductos a los vendidos y el otro los asigna
a los obtenidos.
En general, los ingresos netos obtenidos en los subproductos actúan como
reductores de los costes finales o de los de producción de los coproductos,
según el método que se emplee.