Módulo 2: Interpretación del Balance
U.D. 18: Consolidación de Balances.
Sección: 1

INTRODUCCIÓN

La empresa actual, debido al profundo cambio experimentado en el tráfico mercantil, ha tenido que ir adaptándose a un entorno cambiante. Uno de los aspectos que, sin duda alguna, más ha cambiado es el constante proceso de expansión de las empresas, que ha implicado la apertura de nuevos mercados, tanto a nivel nacional, en una primera fase, como, posteriormente, internacional. Ello ha provocado que ciertas empresas, con el fin de alcanzar con rapidez los objetivos de expansión, hayan tenido que adquirir otras empresas, bien sean competidoras o bien habituales proveedoras o clientes. Con una participación suficiente se han asegurado el control y una intervención directa en la planificación estratégica de las mismas, que fuese acorde con su política general.

La concentración empresarial puede ser de dos tipos:

- Horizontal.

- Vertical.

La concentración horizontal es aquella que se produce cuando una empresa adquiere acciones de otras competidoras, pasando a ejercer un control sobre las mismas y actuar con ventaja respecto de las mismas.

La concentración vertical, por el contrario, es aquella que se produce cuando una empresa adquiere acciones de otras que forman parte, ya sea con anterioridad o con posterioridad, de su proceso productivo.

Del primer tipo de concentración podríamos poner el ejemplo de una empresa multinacional del sector de la electricidad para el automóvil, que desea introducirse en un determinado país, con el fin de ser el proveedor de la empresa automovilística líder en el sector y con mayor volumen de compra. Sin embargo, supongamos que los suministros principales de dicha empresa se realizan por medio de un proveedor nacional, en lo que a componentes eléctricos de los automóviles se refiere. La firma multinacional, considerando que la empresa automovilística es un cliente estratégico, decide adquirir acciones del actual proveedor con el fin de introducirse en sus órganos de gestión y trazar la estrategia hacia otros clientes, o bien reconvertir paulatinamente sus productos hacia otros sectores, como podría ser el de electrodomésticos, por ejemplo. Con ello, la firma multinacional se habrá afianzado como proveedor estratégico de la empresa líder en el país.

Un ejemplo de concentración vertical, por el contrario, podría ser el de una cadena hotelera, que, al objeto de llevar a cabo una política de compras más eficaz, decide adquirir un determinado número de acciones que le permitan ejercer el control sobre su mayorista de productos alimenticios. El objetivo es asegurarse el suministro de los productos, así como las ventajas que obtendrá sobre el coste de los mismos.

De forma esquemática, podemos representar las agrupaciones industriales de la siguiente forma:

Las concentraciones industriales presentan como principales ventajas:

• Financieras: posibilitando que tanto las entidades de crédito como los proveedores habituales vean con menores riesgos el hecho de aceptar ventas a crédito a empresas integradas en un reconocido grupo industrial.
• Comerciales: puede ocurrir que dos empresas, con dos productos diferentes, aprovechen el mismo canal de distribución. Un ejemplo podría ser el de un grupo de empresas del sector alimenticio, una dedicada a la venta de pastas de sopa y otra a la de conservas. Evidentemente, si estas dos empresas actuasen por separado tendrían distintos canales de distribución, cuyo coste debería ir imputado al precio de venta de sus productos. Sin embargo, el hecho de pertenecer ambas a un grupo les permite el aprovechamiento de los canales de distribución, lo que sin duda alguna repercute en la estructura de costes de ambas empresas, y mejora sus cuentas de resultados.
• De precios en la compra de materia primas: las compras de un grupo de empresas, en principio, siempre serán más elevadas que las que efectúen las empresas de forma individual. Un ejemplo de ello podría ser el de un grupo empresarial dedicado básicamente al sector de la construcción de edificios. Sin duda alguna, en el momento de renovar sus herramientas (por ejemplo, hormigoneras, etc.) el volumen del pedido del grupo será superior al que pudiera efectuar cada una de ellas por separado. Por ello, el proveedor ofrecerá unos precios mucho más ventajosos debido a la cuantía del pedido y al bajo riesgo de cobro que, en principio, le ofrece un grupo empresarial.
• En las tareas administrativas: un ejemplo puede ser el caso de la utilización de un único sistema de tratamiento de datos, racionalizando las compras de equipos informáticos del grupo. Otro aspecto sería la centralización de servicios administrativos, así como los intercambios de experiencias y de datos.