Nuevo régimen para el rótulo comercial
Existen tres tipos de signos distintivos de las empresas susceptibles de inscripción
en la Oficina de Patentes y Marcas: el nombre comercial, la marca y el rótulo
de establecimiento. Todos ellos constituyen un instrumento de probada eficacia
para el desarrollo de las empresas y la conservación de la clientela.
De ese modo, sus respectivos titulares quedan autorizados para utilizar el signo
que los distingue en el mercado e impedir que otros, sin su autorización
, lo usen. nombre comercial se le asigna la función de identificación
de las empresas, para poder diferenciarlas de otras que realizan idénticas
o análogas actividades marca identifica los productos y servicios de
una empresa.
El rótulo sirve para distinguir un
establecimiento de otros destinados a análogas actividades, siendo
su ámbito de protección el municipio donde el establecimiento
se halla ubicado. En este sentido se entiende como establecimiento,
el lugar, local o sede física donde se llevan a cabo las actividades
empresariales.
Esta situación ha cambiado con la entrada
en vigor de la nueva Ley de Marcas de fecha 7 de diciembre del 2001,
que en parte ya ha entrado en vigor y el resto lo hará el día
31 de julio del 2002.
La nueva normativa suprime el carácter
registral de los rótulos de establecimiento, amparándose
en la necesidad de alinearse con los sistemas de nuestro entorno. El
objetivo de la reforma es dar cumplimento a una Sentencia del Constitucional
que delimita las competencias que en materia de propiedad industrial
corresponden a las comunidades autónomas y al estado.
El hecho de no registrar el rótulo se comprende
por la existencia en nuestro ordenamiento en el ámbito de competencia
desleal figuras que prohiben los actos de confusión y permiten
obtener análoga protección que la conseguida con la inscripción
registral del rótulo.
Además, una de las razonas por las que el
legislador ha tomado esta decisión, es la que por efecto de la
proyección de las sucursales y de los establecimientos franquiciados
en el marco urbano, provoca que la protección meramente local
del rótulo haya perdido su razón de ser.
Marzo 2002