Los activos tóxicos y el banco malo
1. Introducción
El comúnmente conocido como banco malo es la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).
El Real Decreto 24/2012 de reestructuración y resolución de entidades de crédito, de 31 de agosto, aprueba la creación de esta sociedad para retirar los activos tóxicos de los balances de los bancos.
2. ¿Qué son los activos tóxicos?
Según el artículo 35.2 del Real Decreto 24/2012, se determinarán los criterios para definir las categorías de activos tóxicos en función de, entre otros, la actividad a la que estuvieran ligados, su antigüedad en balance y su clasificación contable. Básicamente estos activos proceden del sector inmobiliario y del sector de la construcción, pero también existen otros activos de otra naturaleza como bienes muebles, créditos o participaciones. El precio de estos activos se verá rebajado aproximadamente un 63% con relación al valor en bruto en los libros para los activos adjudicados (vivienda nueva, promociones en curso y suelo) y el 45,6 % en préstamos (vivienda terminada, obra en curso,etc)
3. Objetivos
El Banco Malo será la pieza clave en el proceso de saneamiento de las entidades bancarias, ya que permitirá:
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La segregación de los activos de los balances de las entidades que requieren ayuda pública.
- Reducir sustancialmente la incertidumbre sobre la viabilidad de dichas entidades
- Facilitar la gestión centralizada de los activos problemáticos en un período de quince años
- Dinamizar el mercado de la vivienda en España
- Realizar unas valoraciones prudentes
Además, tiene como objetivos:
- Optimizar los niveles de preservación y recuperación
- Minimizar posibles distorsiones en los mercados que se puedan derivar de su actuación
- Utilizar el capital de forma eficiente
- Será una sociedad rentable que perseguirá minimizar, por lo tanto, el uso de los recursos públicos y los costes para los contribuyentes.
4. Funcionamiento
Los recursos para que pueda ponerse en funcionamiento esta sociedad provendrán del Fondo de Reestructuración de Operaciones Bancarias (FROB), que tendrá una participación no mayoritaria a pesar de que dicho organismo tiene bajo su control a las entidades nacionalizadas, que son las que presumiblemente venderán más activos al banco malo. Asimismo, los recursos también provendrán de inversores privados.
El precio al que se valorarán los activos será lo suficientemente bajo para que cuando sean vendidos no generen pérdidas al contribuyente o se pueda ganar dinero. La diferencia entre el valor fijado y el precio actual de mercado se considerará ayuda de Estado y se restará del capital del rescate que recibirán las entidades del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Este sobreprecio teórico supone un suelo para las bajadas de precios, ya que el principio de uso eficiente de los recursos públicos, que rige las ayudas de Bruselas, exige que el banco malo no pierda en la venta de los activos, esto es, que los venda como mínimo al precio al que los adquiera.
Las principales tareas del Banco Malo serán:
- Programar planes de viabilidad detallados para cada inmueble. No obstante, delegará la gestión y se quedará como supervisor.
- Venderá o alquilará los inmuebles terminados en función de la rentabilidad que se obtenga. Las promociones sin finalizar las podrá vender en el estado en que se encuentren y los terrenos se venderán o se utilizarán en la construcción de promociones.
5. Conclusiones
Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, el banco malo está pensado para dinamizar un mercado que se ha visto gravemente afectado por la crisis y gestionar una serie de activos tóxicos para las entidades bancarias de forma eficiente.