Las entidades financieras apuestan por “los Créditos al Consumo”
La ralentización del mercado hipotecario ha provocado que las entidades
de crédito españolas para evitar el descenso de su actividad crediticia
y eliminar los riesgos de sus balances hayan optado por el crédito al consumo.
La morosidad de este segmento, que no tiene garantía real, ha repuntado
hasta el 2,32% en los nueve primeros meses del ejercicio, superando incluso al
endeudamiento del préstamo hipotecario.
En términos financieros se pueden considerar a estos créditos como
la “subprime” española.
Dentro de la financiación al consumo, las entidades financieras disponen
de:
Los “créditos personales” que pueden ser concedidos directamente
por los bancos o bien otorgados por los Establecimientos Financieros de Crédito
(EFC) cuya principal diferencia son las comisiones de contratación y
los tipos de interés, que en el último caso son más elevados.
Los “créditos instantáneos” que son concedidos con
unos tipos de interés que rondan el 20% y una Tasa Anual Equivalente
(TAE) que duplican a las de los créditos personales.
La financiación al consumo representa así un papel cada vez más
importante en la economía española, y a los que cada vez más
se unen las modalidades de pago aplazado y de financiación del consumo
a través de las tarjetas de crédito.
Ello es debido a que son muchos los ciudadanos que viven por encima de sus
posibilidades. Disfrutan de los bienes antes de haber reunido el dinero suficiente
para poder pagarlos. Pero ya no sólo se trata de comprar productos, el
hábito ha afectado incluso a los servicios: no en vano cada año
son más las personas que realizan viajes turísticos a cuenta de
sus ingresos futuros.
Diciembre 2007