Cómo elegir un plan de pensiones
1- Introducción
Los planes de pensiones, regulados en la Ley de Regulación de los Planes y Fondos de Pensiones (RDL 1/2002), son productos financieros ampliamente refrendados y utilizados en el mercado financiero español. En particular, se trata de una inversión a largo plazo en la que el partícipe no puede beneficiarse de los frutos devengados hasta llegar a la edad de jubilación (para el caso de cubrirse dicha contingencia). A cambio, se obtiene una rentabilidad que, para el caso de rentas fijas, ofrece un márgenes mayores respecto los tradicionales depósitos bancarios.
Además, se permite el traspaso de fondos hacia productos de la misma naturaleza. Pueden realizarse tantos traspasos como se desee, dado que ello no representa ningún coste, ni fiscal ni de gestión, por expresa mención de la ley.
2- Elección de cartera
En el momento de escoger un plan de pensiones, es conveniente analizar una serie de variables, más teniendo en cuenta la temporalidad de la inversión.
En primer lugar, debe contemplarse la edad del partícipe en el momento de concertar el producto, dado que en principio, cuanto más lejos se encuentre de la jubilación mayor será el margen de riesgo al que puede exponerse o, dicho de otra forma, hay más posibilidades de corrección o cambio de cartera. En el sentido opuesto, cuanto más cerca se esté para el retiro laboral, menor deberá ser el nivel de riesgo al que uno debería exponerse. Asimismo, es importante ser consciente del nivel personal de aversión al riesgo a la hora de decantarse por productos de renta fija o renta variable.
Otro aspecto que debe ser objeto de control es el relativo a la gestión del fondo, la cual debe ser llevada a cabo por entidades que reúnan unos determinados requisitos de solvencia y diligencia en la gestión de capitales ajenos. A su vez, debe comprobarse, en la medida que sea posible, si los responsables de dicha gestión están a la altura de las circunstancias en el sentido de poseer conocimientos fehacientes en la gestión de fondos ajenos.
3- Valores refugio
Estadísticamente está comprobado que todos los productos financieros a largo plazo, a pesar de sufrir ciclos económicos y pasar por etapas de bajo rendimiento o incluso pérdidas, acaban resultando positivos a su conclusión o devengo. Sin embargo, durante los periodos de tiempo en los cuales se paraliza la rentabilidad o se padece una recesión económica, es frecuente y, a su vez comprensible, observar actitudes de temor e intranquilidad en el seno de los inversores, los cuales ven peligrar la integridad de sus ahorros.
Consecuentemente, las entidades promotoras se adaptan a dicha situación, proponiendo a ahorradores alertados los llamados “valores refugio”, los cuales albergan una rentabilidad fija de cuota alta que, en la mayoría de ocasiones, alcanza el cien por cien. En concreto, se neutraliza el riesgo de la inversión mediante la contratación de planes de pensiones que ofrecen una rentabilidad estable y duradera.
Una vez pasada la tormenta financiera y, retomándose la confianza en los mercados, los inversores podrán escoger entre seguir con el actual plan o bien, tomar otra vez el producto que primeramente concertaron.
En definitiva, sea cual sea el perfil del inversor que pretende adquirir una cartera, los ciclos económicos del mercado financiero obliga a reconducir la inversión inicial. En definitiva, sea cual sea el perfil del inversor que pretende adquirir una cartera, los ciclos económicos del mercado financiero obliga a reconducir la inversión inicial excepto para los que “ab initio”, concertaron un plan de renta fija.